Los Asquerosos
Nunca hubiera pensado leer un libro con este desagradable e impactante título, Los asquerosos, pero las opiniones del boca a boca y el club de lectura se han impuesto y a decir verdad estoy muy contenta con el resultado.
Y quién ha sido el valiente que lo ha hecho posible? Pues se llama Santiago Lorenzo y proviene del mundo del cine, donde ha obtenido el Goya al mejor corto de animación con Caracol, col, col en 1995. Harto de sus andaduras cinematográficas, abandona la gran pantalla para irrumpir con éxito en el mundo de la literatura con Los millones (2010), Los huerfanitos (2012) y Las ganas (2014).
Los asquerosos (2018) ha superado a las anteriores en aceptación por parte del público, cuenta con once ediciones y ha sido ganadora del Premio Los Libreros recomiendan de 2019.
En ella el autor critica a cierta parte de la sociedad aferrada al consumo, olvidada del valor de su tiempo, esclavizada por su trabajo, vulgar y dispuesta a aparentar; aquella que ama la naturaleza pero consiente que los suyos la destruyan. Aunque lo relevante es la presentación como reacción a esta clase de personas, de un protagonista que se basta a sí mismo y ama la soledad per se, un personaje completamente asocial.
Tenemos por lo tanto a un grupo de personas aferradas a la apariencia y al gasto (los asquerosos) frente a un protagonista que podría llegar a ser un asqueroso si viviera en sociedad pero que lo es aún viviendo en el más absoluto aislamiento. A muchos lectores el Manuel del exilio cerrado y ciego les resultará un indeseable. No un asqueroso más, sino el que más.
El texto está dividido en veintisiete capítulos que se podrían agrupar en tres partes:
- La primera parte de la trama tiene un ritmo lento que, quizá, puede aburrir a un lector que ya ha aceptado que la supervivencia de Manuel en la aldea desierta (la ficticia Zarzahuriel como símbolo de la España vaciada) es posible. Le ayuda el ex de su tía, que es el que va resolviendo en la distancia todos los problemas de intendencia e intenta darle apoyo moral.
- En la segunda parte, Joaqui, la matriarca de los asquerosos, alquila la casa vecina y Manuel tiene que esconderse para que no lo descubran.
Aquí, como en otras partes del texto, se combinan términos propios de la lengua culta con los de la vulgar. Incluso, existe una creación de palabras como Los Mochufas o La Mochufa, para denominar a los asquerosos o nuevos vecinos que enervan tanto a Manuel que decide estropearles la casa para que la abandonen.
- El último capítulo, a modo de epílogo nos resuelve cualquier enigma que se nos haya podido plantear a lo largo de la historia.
Desde el punto de vista literario podemos sacar algunas conclusiones: las tintas negativas o positivas aparecen demasiado recargadas en la descripción de los personajes, y la riqueza verbal del texto, que como hemos apuntado anteriormente, crea nuevas palabras por medio de derivaciones o incorporación de vulgarismos al lenguaje.
Desde el punto de vista sociológico la obra nos invita a reflexionar sobre el hombre que lucha por su libertad individual hasta el punto de que prefiere el aislamiento a perderla. Estamos ante un personaje que bien podría representar al nuevo hombre del siglo XXI: individualista, descreído, cansado de la sociedad y profundamente triste, porque solo comparte su existencia consigo mismo.

Y para terminar, me gustaría arrancarles una sonrisa con dos de las descripciones de la Mochufa Joaqui que aparecen en la novela. Conmigo lo han conseguido:
Joaqui era de cara legañosa. No porque tuviera legañas, sino porque daba la impresión de que si miraras una legaña al microscopio verías algo similar a su cara.
Hablaba pastosón, como si las glándulas salivares segregaran yeso al tiempo que babas.
!!!Lean esta novela entre el humor y la reflexión sociológica, no se arrepentirán!!!
Gracias por la recomendación!!
ResponderEliminarPodéis leerla aquí... https://studylib.es/doc/8962229/los-asquerosos---lorenzo-santiago
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