📚 MADDI Y LAS FRONTERAS

Edurne Portela propone en Maddi y las fronteras, un relato y un personaje que evoluciona, cambia, con el tiempo. Basada en los hechos conocidos de la vida de María Josefa Sansberro, «Maddi», crea un personaje que nos atrapa desde el primer momento. Los personajes y los acontecimientos son reales mientras que el pegamento que los une es imaginario. Los acontecimientos transcurren en su vida entre 1929 y 1944; el pegamento es la opción elegida por la autora para rellenar los espacios vacíos de los fríos documentos de archivo. Se trata de una novela de personaje y a la vez de una novela histórica que recrea un dilatado recorte temporal de España y de Europa a caballo de sus grandes conflictos bélicos, la guerra civil nuestra y la segunda conflagración mundial. Nos damos cuenta que las fronteras son muchas más que las geográficas, más íntimas.
Surge un personaje fascinante por contradictorio: católica y enemiga visceral de cierto clero, creyente y espantada por la indiferencia de Dios con el sufrimiento humano, ortodoxa y divorciada, sin militancia política pero entregada a la lucha antifascista, madre adoptiva aunque contraria a la maternidad…; y es ahí donde están las fronteras del título, revelando las contradicciones del personaje, sin olvidarnos de la frontera entre España y Francia.

Contada en primera persona, determina el tono de la novela y que permite que esta sea más íntima que documental, pero también hay frecuentes diálogos que oxigenan la novela y le dan agilidad. Parece que estamos leyendo el diario íntimo de Maddi.

Un diario dividido en dos partes. La primera transcurre durante 13 años en la frontera pirenaica del País Vasco. Donde define al personaje principal y a los secundarios. Maddi nos fascina, con sus pensamientos, con sus charlas con Dios y San Ignacio, llegando a ser un personaje único. Alterna los «momentos» reales con las charlas religiosas. Esto y los ya comentados diálogos dan fluidez en la narración.
Pero la novela da un giro radical Un acontecimiento brutal hace que sea mucho más cruda, más «corporal», que Portela adopte mayores riesgos en lo estilístico, que la voz de Maddi cambie por completo. Desaparecen poco a poco las charlas religiosas y se centra en lo práctico, en el devenir crudo del momento, del «minuto». Un magnífico reflejo de la deshumanización causada por la violencia y de la evolución final del personaje. Pasamos del consuelo, a la resignación, a reconocer una frontera que le llevara a la muerte. Con un final donde la negación a Dios es definitiva
No es una novela perfecta, pero casi. Resuelve u olvida, personajes, no sabemos quien ni por qué, como se soluciona algunos momentos. El pegamento tiene grumos. Pero ojo pega bien. Es lo que tiene centrarnos en un personaje.

Disponible en eBiblio Madrid
 

Comentarios

  1. Es una novela que te mete en ella. Vives los pasos de republicanos a Francia de franceses u otras nacionalidades a España huyendo de la segunda guerra mundial . Vives en carne propia la indignidad de la iglesia, la hipocresía de la iglesia (no toda), el cinismo de la gente que sólo se mueve por lo políticamente correcto. Denuncia el colaboracionismo el nazismo, el fascismo, la horrorosa violencia, la deshumanización. Está tan bien escrita que hueles la mierda la miseria, la ropa sucia...
    Me ha gustado mucho la novela aunque he sufrido mucho.

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  2. Sin duda una gran novela, de una escritora que no defrauda nunca en sus libros, al menos los tres que leí de ella hasta el momento: Mejor la ausencia; El eco de los disparos y este.
    Como dice Angel que duro de leer este libro, siendo de fácil lectura.
    Novelar una vida tan especial, a partir de unos datos ciertos.
    Que importante y bonito es el preludio, donde el personaje Maddi habla con la autora.
    Que bonita es la lectura

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  3. Un libro con el que se sufre pero con el que se disfruta el arte de escribir de la autora. En la persona de Maddi, y digo persona, no personaje, hay muchas mujeres, hay muchas vidas. También en su entorno, en las fronteras, gentes valientes, generosas, libres, solidarias, que lo arriesgan todo frente a la ambigüedad o hipocresía o miedo de otros.
    Y una vez más la incapacidad de enteder, la incapacidad de comprender hasta donde puede llegar la maldad del ser humano.
    Me ha gustado mucho

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