❤❤❤❤ UACA_2024 / 29: Ruido

Tarde como nunca, las gallinas aterciopeladas invaden el gallinero que se colma de plumas grises, violáceas, rojizas, blancas. Con el estrépito de la minúscula comarca, las palomas despiertan y acuden al ajetreo presurosas, esperando no perderse del festín.
Dos calandrias coquetas que querían pasar por extranjeras no pudieron evitar la tentación y también se agregaron al bullicio. Aquellas aves vivaces atropellan el aire que se puso espeso, denso como un caldo, para respirar. Pronto la batahola se hizo de dimensiones épicas. Con las últimas luces del ocaso, los reflejos del plumerío polvoriento comienzan a confundirse en grises y negros como copos de tierra flotante levitando erráticamente. No faltaron golondrinas, perdices coloradas ni cacatúas a la cita.
 
Doña Soledad no pudo ignorar el revuelo esta vez y tuvo que acercarse. Con el andar rengo como tapando pocitos, llegó hasta la frontera de la puerta y apoyó las manos sobre la reja de alambre. Observando el revoloteo frenético y alegre de aves y pajaritas de colores, se le iba frunciendo el ceño y amargando el gesto. Todo cambió cuando entendió la causa de semejante ruido. Su cara se convirtió en sonrisa al ver las gallinas poniendo fin al reinado del gallo.

Relajando M. Talvez presenta este relato al concurso Un amor, cualquier amor 2024