📖 El Club en el Blog /1. Luis Landero. Retrato de un hombre inmaduro

Algunas novelas nos entretienen pero otras nos enseñan, ocurre pocas veces pero este relato de Landero con muchas de sus reflexiones nos ofrece alternativas para entender qué nos ocurre a lo largo de nuestra vida. Qué nos hace actuar de una o de otra manera.

Esta novela es “ un poco desmadrada", confiesa Landero, quien llevaba tiempo buscando escribir un texto en donde una "voz" fuera el hilo conductor, y a la vez, la hoja de ruta de un personaje "sin virtudes", pero en donde tampoco "crecen malas hierbas". Este hombre "corriente", según Landero, no es un antihéroe, sino una persona normal con sus virtudes y defectos, como ocurre en la vida real,  porque los héroes "solo existen en los bestsellers".

En Retrato de un hombre inmaduro surgen temas como la doble conciencia, el amor; la realidad objetiva y la imaginaria; la libertad y la toma de decisiones; el poder; la belleza o la amistad, todos ellos filtrados por el humor del narrador,

La búsqueda de uno mismo es también asunto en esta novela, porque según Landero ahora existe una "falsa necesidad" de buscar el mundo interior "cuando lo importante es lo que uno mira". "El mundo te refleja lo que tú eres y lo otro es ensimismarse", subrayó Landero. En esta misma línea, denuncia el "tremendo narcisismo" y el excesivo "individualismo" que existe en las sociedades actuales, guiadas por un "consumo espiritual, en el mal sentido de la palabra".

La novela vertebra una historia principal con otras historias intercaladas que aportan experiencias antagónicas.

La historia que nos cuenta transcurre en una noche, la última en la existencia del anónimo narrador, quien, en la habitación de un hospital, cuenta su vida en un monólogo tragicómico dirigido a una mujer que lo escucha en silencio. Son siete capítulos sin título ni numeración, divididos en secuencias también sin numerar. Lo cual favorece la asociación de los recuerdos en fragmentos separados por espacios en blanco que permiten pausas al lector pero sin marcar divisiones tajantes en el espontáneo fluir de la memoria. 

El pasado de este narrador no aporta nada original que contar, sus aventuras transcurren a medio camino entre lo onírico y lo real. Es un antihéroe y su destino es el fracaso. Pero en su experiencia ha conocido historias de otras vidas que va recordando. Estas narraciones intercaladas dan variedad a la novela y aportan el interés de otras peripecias que suplen las carencias del protagonista y ofrecen un trampolín para el despliegue de la comicidad y el humor. Las historias interpoladas ilustran momentos, ansias y sueños del protagonista, un hombre inseguro y desorientado, muy representativo de las contradicciones de los seres humanos de nuestro tiempo,

Aunque el protagonista ha sido botones, periodista en una revista de su barrio y tendero en una papelería, profesiones muy comunes y aparentemente poco atractivas, su vida resulta complementada por la de otros protagonistas de las otras historias, como la del nómada con vocación de sedentario en contraste con el fontanero impostor que cambiaba de barrio pero sin llevar herramientas.

"Todos somos un poco así -dice el escritor-. En todos hay un poco de ambigüedad moral, y he querido reflejar eso sin ningún miramiento, sin arquetipos y mostrando un poco la vida como es. A veces somos buenos; a veces, malos, otras estrictos, otras mostramos manga ancha. En fin, la naturaleza humana es algo imprevisible".

Me parece bien acertada la idea de Landero sobre la escritura: "es el arte de mirar".

Este libro se puede descargar desde e-biblio

Comentarios

  1. «Me da pena ver cómo el tiempo se va llevando por delante tantas historias, alegrías, danzas, juventud invencible, galanterías, risas, coloquios ingeniosos, sueños sustentados en el orgullo del jugador que aun yendo de farol confía en hacer saltar la banca en una noche de fortuna». Luis Landero: 'Retrato de un hombre inmaduro'. Tusquets, 2009, pág. 100.

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