Como en este blog somos muy de series, además de libros claro, nos atrevemos con el comentario de dos series que podemos disfrutar o padecer, según el gusto.
Ambas tiene como denominador común que están localizadas en las Islas Canarias. Pero hasta ahí el parecido. Mientras que Hierro esta localizada en la isla del mismo nombre, Sky Rojo lo está en Tenerife. En Hierro la propia isla es protagonista con suspaisajes volcánicos, sus costas llenas de acantilados y playas, sus carreteras con curvas, sus gentes. todo ello reforzado por tomas cenitales y encuadres de paisaje, que nos permiten tomar un respiro dentro del argumento a la vez que refuerzan el entorno donde se desarrolla la trama. En Sky Rojo, la isla de Tenerife es solo testimonial, no aparecen sus costas, su volcán. Solo desierto que sirve para encuadrar las constantes persecuciones y los descansos de los personajes, cuando no están en el Club. Hierro esta en Movistar+, y Sky Rojo en Netflix
Hierro,creadapor Pepe
Coira y dirigida por Jorge Coira, con sus dos
temporadas se ha aupado a los primeros puestos de la critica especializada, no
como yo, cosechando parabienes en su segunda temporada. Si la primera fue un
éxito de crítica y obtuvo una buena cosecha de premios, esta segunda va
camino de ello. No he leído una mala critica de ella. Tal vez los dos
primeros capítulos de la segunda temporada son los mas flojos. A
continuación un extracto de la crítica de José Antonio Martínez
Perallón en su artículo en Juego de series,
que se adapta a lo que opino de la serie perfectamente:
Tres son los ingredientes en los que reside su éxito: la interpretación de Candela Peña y Darío Grandinetti, los fascinantes paisajes volcánicos de la isla donde está rodada, ya comentados, y una apuesta por el thriller clásico, que toma en serio al espectador que busca buena historia. La mezcla de estos tres elementos crean un microcosmos singular, un universo de ficción fascinante de explorar. La isla del Hierro se convierte en otro personaje más de la serie y que le da tanta personalidad como el de Candela Peña. La belleza de sus paisajes, le ayudan a dar un imagen de rincón alejado del mundo.
Candela Peña encarna a una juez recién llegada a la isla y es la protagonista absoluta de la serie. Con permiso de Darío Grandinetti, que también hace un gran papel, pero es que Candela es mucha Candela. Cuando tira de toga y pone a todos en su sitio está entre los mejores momentos. Su apariencia de dama de hierro contrasta con los momentos en que vemos su versión más frágil, en su faceta familiar. Su gran debilidad es su hijo con parálisis cerebral y por quien es capaz de darlo todo. La firmeza de sus convicciones puede ser posiblemente uno de los motivos por los que ha acabado destinada en un lugar que parece apartado del mundo. El Hierro tiene sus propias reglas y, a veces, no mira con buena cara a los extraños. La irrupción de la jueza Montes en la isla parece la de un elefante en una cacharrería, porque ella tiene su modo de hacer las cosas, mientras que allí rigen sus propias reglas. A pesar de los desencuentros, a lo largo de estas dos temporadas, la jueza ha sabido ganarse el respeto de los lugareños que la miraban con recelo.
El actor argentino Darío Grandinetti encarna a Díaz, un oscuro empresario con vínculos con el mundo del narcotráfico y que siempre acaba salpicado por cualquier cosa turbia que ocurra en la isla, aunque no tenga nada que ver con ella. "Díaz nació involucrado", dice la jueza Montes sobre él en uno de los episodios. Por mucho que se tuerzan las cosas, parece haber desarrollado una extraña habilidad para caer de pie. Podría parecer que su riqueza le ha colocado en una de esas posiciones de privilegio que le harían ser una especie de cacique de la isla, pero no es así. Con el paso de los episodios vemos que le rodea el halo del perdedor. Díaz es uno de esos delincuentes con un particular código de honor, que le aleja de esa imagen de narcos sanguinarios que hemos visto en otras series de televisión. Díaz y Montes estaban llamados a ser los grandes antagonistas del relato, pero de alguna manera se convierten en extraños aliados en la persecución del asesino. Las circunstancias han puesto a cada uno a un lado opuesto de la ley, pero entre ambos hay espacio para la admiración y el respeto mutuo.
La segunda temporada no ha sido una continuación forzada, ni ha dejado la sensación de que se pretendiera estirar el chicle de manera artificial. De fondo, tenemos una trama secundaria sobre un conflicto por la custodia de dos niñas, que se va complicando y haciendo más grande hasta ocupar el epicentro del argumento. De nuevo nos enfrentamos a otro asesinato misterioso, en el que el culpable resulta ser la persona más inesperada. Y de pronto, una vez resuelto el caso, nos encontramos con que hemos llegado al final. Nos toca despedirnos de la isla y sus personajes, con la duda de si algún día sus creadores encontrarán una nueva idea que permita volver a reunir al equipo de nuevo y enfrentar a la jueza Montes con un nuevo caso. En el que seguro que Díaz está también involucrado.
Sky Rojo, serie creada por Álex Pina, Esther Martínez Lobato (La casa de papel, El embarcadero, White Lines), presenta criticas dispares, desde el fracaso a la obra maestra.
A mi me ha gustado y la he visto de un tirón. Su formato, veinte minutos cada capitulo, permite ver la primera temporada en una tarde de manta y palomitas al ser ocho su número.
La segunda temporada se espera que aparezca en julio, aunque ya están rodados los capítulos.
Los entendidos hacen referencia a la estética pulp, Tarantino, El lobo de Wall Street... (seré raro pero para mi hay situaciones que firmaría Alex de la Iglesia)
Desde un punto de vista etimológico, “pulp” hace referencia a un tipo de pulpa de madera con la que se fabricaba un papel amarillento, astroso y de muy mala calidad. Ese papel barato era el que se utilizaba a principios del siglo XX para las publicaciones de la época, las llamadas revistas pulp «magazines pulps». En palabras de Fernando Savater “el contenido de los pulps sería una literatura de tipo extrovertido, es decir, aquella que se centra en la acción misma y hace poco hincapié en los resortes que la mueven o los supone elementales: da prioridad al «qué» y aún más al «cómo» sobre el «por qué»; gusta de colores vivos, especias fuertes, ritmo ágil, y prefiere la exhibición muscular al análisis emotivo”.
Diferentes publicaciones incluían en sus argumentos distintos géneros de la ficción como la ciencia ficción, la ficción de horror, suspense, acción, romance y fantasía en los que intervenían elementos de carácter lascivo como la violencia y el erotismo, concentrándose en las variantes de la ficción de explotación. Las publicaciones comenzaron a distinguirse del comic book tradicional debido a su formato de publicación extenso y a la intervención de elementos de la ficción de explotación en el argumento de la publicación.
Por lo tanto, no esperemos una serie como Hierro, como las comentadas en nuestros artículos sobre Delicias nórdicaso enGambito de Dama. Es una sucesión de píldoras para pasar el rato, disfrutar de la acción, de las peripecias de sus personajes, de sus ocurrencias. Nos sorprenderá su banda sonora dispar, pero acertada. No esperemos una sesuda casa de papel, disfrutemos de un buen rato no exento de reflexiones, alguna de ellas vergonzosas.
Disfrutemos de unos actores como Verónica Sánchez, Lali Espósito, Yany Prado, Miguel Ángel Silvestre, Enric Auquer, Asier Etxeandia, y un siempre magistral Luis Zahera. Pasemos una tarde divertida, sin más pretensiones.
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