ADAPTACIONES Y CRíTICAS

Quien acuñó la frase, Henrik Johan Ibsen, «una imagen vale más que mil palabras» vivía en un mundo sin plataformas televisivas, sin cine, en un momento en que la fotografía era un fenómeno en auge. Un siglo después, fuera de contexto o no, la frase ha perdido validez. Para una imagen, o sucesión de las mismas, se escriben mil y una palabras. 

Viene a cuento lo anterior por la relación entre los libros y sus adaptaciones televisivas o cinematográficas. 

No perdamos la perspectiva al ver una adaptación. El lenguaje literario no es el mismo que el lenguaje cinematográfico; cuando alguien adapta un libro lo hace con sus gustos, su visión. El autor literario puede influir en la adaptación en un rango que va desde mucho, a nada. En Reina Roja, La novia gitana, Memento Mori, por mencionar únicamente ejemplos recientes, encontramos textos que han tenido que ser sometidos a múltiples cambios y otros que han apostado por la fidelidad al original. Decisiones distintas que cuentan con ventajas e inconvenientes y que evidencian siempre la misma conclusión: el lenguaje literario y el audiovisual son muy diferentes. Sin olvidar que siempre que una novela salta al audiovisual, su mayor reto es no defraudar a los cientos de miles de lectores que ya han imaginado en sus cabezas la serie perfecta. Un mismo capítulo del libro pasa por muchas imaginaciones, distintas a las del autor, y por supuesto a los guionistas.

Suele ocurrir que el principal pecado es, paradójicamente, uno de sus principales ganchos: la búsqueda sin complejos del entretenimiento. Es tan fácil engancharse a ellas como darse cuenta de que es un producto demasiado prefabricado, hecho para ser consumido y olvidado en un santiamén, como ocurre con Memento Mori. Las apuestas audiovisuales suelen pecar de ser un producto más accesible y menos sesudo. No podemos decir que las series son malas, pero tenemos la sensación de haberlas visto. Todo se cuenta de manera obvia, sin giros ni novedades pero son, muchas veces un producto de entretenimiento con más pretensiones que una segunda parte. Se busca que estén bien ejecutados, con actores solventes y populares. Se olvida la motivación del personaje que aparece en la obra literaria. También habría que analizar que, hoy por hoy, casi sólo se da luz verde a las adaptaciones de éxitos literarios, ya que se supone que la historia ya está testeada por el público. ¡Error! El audiovisual es un lenguaje distinto.

Por otro lado, nos olvidamos de hacer series para los nacionales y buscamos un público más amplio, sobre todo anglosajón. En ello tienen mucho que ver las plataformas productoras. Podemos llegar a copiar inconscientemente a los personajes de las películas y series de EEUU.

Sin olvidar que las expectativas, como ocurre con Reina Roja, para ser la producción estrella de la plataforma y crear un producto más hecho para fans que para el público general. 

Son precisamente esos fans los que más criticarán el resultado. Observarán cada detalle desde el primer segundo, y expondrán una opinión generalmente no positiva. Amplificada por las redes sociales y portales que dan voz a todo tipo de opinión, ridícula o no. Incluso los denominados profesionales de la crítica se ven mediatizados por sus gustos, sus recordatorios a series y películas ya vistas. Algunos, sin complejos, no han leído el libro y lo reconocen. Su trabajo debe ser ver y no leer, lo que mediatiza su crítica. Y lo que es peor se aprecia el espectro político al que pertenece su editorial, según los comentarios. Peor es el llegar al insulto, a la critica soez, sin un motivo aparente, demostrar que yo y mis gustos son los más listos y por ello los únicos y mejores.

Para todos os propongo este ejercicio. Intentar guionizar estas líneas de novela:

Antonia Scott sólo se permite pensar en el suicidio tres minutos al día.

Para otras personas, tres minutos pueden ser un período minúsculo de tiempo.

…Los tres minutos en los que piensa cómo matarse son sus tres minutos.

   Son sagrados.

   Son lo que la mantiene cuerda.

Comentarios

  1. Aconsejo leerla y después verla

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  2. Creo que es muy difícil que una adaptación al cine iguale o este medianamente decente. Una que a mí me pareció estar bastante bien fue El Nombre de la rosa.
    En cuanto al ejercicio, ufffff, difícil lo ponéis. Jajajaja

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  3. El padrino, primera parte

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  4. Aquí va mi intento de guionizar las lineas de Reina Roja que habéis propuesto.

    Es lunes, 7 de la mañana , 8 de febrero de 2024.
    La escena transcurre en una habitación sin muebles de un 5° piso.

    ESCENA PRIMERA

    Antonia Scott se encuentra sentada en el suelo en el centro de la habitación con la puerta de entrada a su espalda y delante la puerta que da a una terraza estrecha volada. Cierra los ojos.

    ESCENA SEGUNDA

    Se ve a Antonia de espaldas por fuera de la barandilla de la terraza sujetándose con los brazos hacia atrás y el cuerpo tenso inclinado hacia adelante mirando hacia el suelo.

    Se oyen pasos a su espalda y la puerta se abre de golpe.

    Antonia abre los ojos, sigue sentada, su cara se tensa.

    “¿Quién se atreve a interrumpir los 3 minutos que dedico a pensar en mi suicidio?”





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