🐷 MISERIA DE UN ARLEQUÍN \ LPPIII_020

Protector de la apestosa Ciudad Cloaca, el autodenominado Cruzado de las Alcantarillas y detective Hombre Rata, justo antes de volver a poner en práctica la brillante idea que tuvo después de visionar cierta película seis meses atrás, y con el noble fin de salvar a los inermes ciudadanos de Ciudad Cloaca, alejando de ella, durante un período razonable de tiempo, a su autoproclamado gran archienemigo, el Bufador, porque cada vez que este escapaba de la Casa de Orates para causar estragos dentro de sus callejones, el Hombre Rata no podía matarlo en combate singular, debido a su estricto código moral, ni tampoco las autoridades podían condenarlo a la pena capital, por culpa de un sistema que nunca ejecutaba a aquellos que adolecían de inestabilidad mental diagnosticada, sonrió torvamente y procedió, acto seguido, a romperle ambas piernas al Bufador, obligándolo a pasar nuevamente por otros seis tediosos meses de dolorosa rehabilitación...

Plutón es un planeta participa con este relato en el concurso La pezuña de plata

Comentarios

  1. Un texto con el que Pluton consigue crear cierta expectación con esa interminable frase respecto de cómo se resolverá el lance entre su héroe y el villano que se desinfla un poco con esa solución al estilo Carabanchel, partiéndole las piernas, lo que me hace reflexionar sobre como la sintaxis influye en la narrativa y te puede llevar a la pezuña o al lapicero, algo que Pluton no podrá saber hasta que se resuelva este concurso.
    ¡Suerte!

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  2. Cuidado, intentar leer este relato en voz alta puede producir una sofocación!

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    1. Gracias por la advertencia. Sufro del corazón. 😂😂

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  3. Para los lectores de Thomas Bernhard, entre los que me cuento fervientemente, estas largas frases, véase por ejemplo el principio de “Hormigón” o de “Tala”, no suponen una excesiva dificultad ni una tortura despiadada sino más bien, si están bien construidas y son amenas como en el citado caso de Thomas Bernhard cuyos libros comportan en gran medida un esforzado ejercicio de concentración agotadora ampliamente recompensado sin embargo con la alegría de terminar por fin la frase y el regocijo de comprenderla y no sólo comprenderla sino admirar su ejecución elegante y en absoluto amanerada aunque aparentemente tosca y excesivamente autista, un feliz hallazgo y una novedad estimulante en medio de la miseria narrativa habitual en que nos encontramos, que se quiebra así al menos por una vez dejándonos una perfecta muestra de escritura en que, aparte de lo mezquino de la trama y la banalidad del asunto tratado, como ya indica el título, se ve sin embargo cierta soltura e indudable maestría en el uso del lenguaje para por lo menos abordar con gracia y concluir satisfactoriamente un relato de ciento cincuenta palabras justas apretadas en una sola frase.

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    1. No tengo nada que decir a tu comentario de una sola frase, no sólo argumentas sino que ilustras con el ejemplo. Sí a todo, Trikolz.

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  4. Mejor relato, sin duda, hasta el momento, por hacer "el más difícil todavía", dejándonos a todos en apnea sin llegar al homicidio colectivo. Un riesgo que, sin duda, sabrá valorar el jurado ya que, a pesar de que el cerebro va adoleciendo de falta de oxígeno, no dejamos de enterarnos de la trama.

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  5. Llego dos semanas tarde para comentar pero no puedo dejar de hacerlo. Se me había pasado por alto esta pequeña obra maestra de Plutón que, ni es un planeta, ni en modo alguno un mal escritor.
    Mi enhorabuena, Plutón. Me gusta especialmente el nombre del archienemigo: Bufador. Supongo que será porque con sus resoplidos tendrá la capacidad de ahuyentar los malos olores de tan hediondo lugar. Pero lo que me cautiva es algo que ha pasado desapercibido: el título que, o muy abstrusa tengo yo la tarde o nada tiene que ver con el relato.
    Vayan afinando el lapicero, señores de la Nube.

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  6. He leído cosas peores, con menos puntuación ortográfica. Si yo fuera el Bufador habría pedido ya la incapacidad permanente.

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