🐷 LECCIONES \ LPPIII_019
El jefe dice que no valgo para nada, y será verdad. «¡Quince años llevaba en el periódico!», le lloro a mi hermana. «Oye, ¿y por qué no hablas con Jimmy para que te oriente?».
Quince
años tiene Jimmy y la intención de dedicarse al periodismo, igual que su tío.
Es youtuber, instagramer, tiktoker, el traje completo, aunque no le pida usted
que redacte una entradilla.
Al
principio no entendía nada: que si loco, que si cringe, y demás modismos. Lo vi
tirar un directo para el insta desde el parque, otro en una tienda de
zapatillas, un reel en una terraza,
fotos de lo que tomamos en X (#decañeoconmitio) y hasta un TikTok con sus
zapatillas nuevas bailando sobre el capó de un coche (#deporteurbano); y, al
fin, todo lo que saqué en claro fueron los cien pavos al dueño del carro para
que no llamara a los azules.
Carl Bernstein participa con este relato en el concurso La pezuña de plata
Pobres periodistas, hoy en día no abundan los casos watergate para tener la exclusiva y hacerse famosos, y un tipo cualquiera nivel usuario de internet puede crear una noticia o inventarsela y comunicarsela al mundo 🌎
ResponderEliminarSe llama intrusismo.
Ah, y el cuento es anodino
Carl Bernstein el que vas a tener que tomar lecciones acerca de cómo cocinar un mal relato con todos sus ingredientes, vas a ser tú. No es que éste no sea soso e insípido, pero le falta de ajo cantidubi para que eche para atrás.
ResponderEliminarSi es que ya no se lee, no se escribe, no se escucha. No hay más que ver un espacio como este donde se pide que los relatos no excedan demasiado las ciento cincuenta palabras, todo lo que pase de ahí es farragoso y desmesurado. Una imagen vale más que mil palabras, hay que aprenderlo, para qué redactar una entradilla pudiendo poner un bocadillo que diga: 🙂, y para qué poner un bocadillo pudiendo sonreír directamente a la cámara . Pero no está bien burlarse, como periodista resentido, de un exceso juvenil ni tomarlo por representativo de un estilo de vida y una forma de crear contenidos. Bien podría el deporte urbano haber sido practicado sin atentar contra el orden público o particular, sin por ello haber contribuido en mayor medida a la orientación de quien aspira a renovar sus habilidades periodísticas. Dos lecciones podemos extraer, por lo tanto del relato, una: que las cosas ya no son lo que eran, dos: que las cosas no siempre son lo que parecen.
ResponderEliminarYo me pierdo con tanta tecnología.
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