🐷 EL CUENTO DE FIBONACCI \ LPPIII_021
Alarico Fibonacci era un topo de la
policía... Alarico Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón...
Alarico Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón, que bebía en
horario laboral... Alarico Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón,
que bebía en horario laboral, y además fumaba marihuana ilegalmente... Alarico
Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón, que bebía en horario
laboral, y además fumaba marihuana ilegalmente, desde por la mañana hasta por
la noche... Alarico Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón, que
bebía en horario laboral, y además fumaba marihuana ilegalmente, desde por la
mañana hasta por la noche, cuando ya se dormía, soñando con los angelitos...
Alarico Fibonacci era un topo de la policía, bajito y soplón, que bebía en
horario laboral, y además fumaba marihuana ilegalmente, desde por la mañana
hasta por la noche, cuando ya se dormía, soñando con los angelitos, hasta que
un día, desprotegido, fue despertado y detenido... Alarico Fibonacci era un
topo de la policía, bajito y soplón, que bebía en horario laboral, y además
fumaba marihuana ilegalmente, desde por la mañana hasta por la noche, cuando ya
se dormía, soñando con los angelitos, hasta que un día, desprotegido, fue
despertado y detenido, por posesión ilegal, por la propia policía antidroga...
Plutón es un planeta participa con este relato en el concurso La pezuña de plata
Copia. Pega. Añade.
ResponderEliminarAsí se podía haber titulado.
¿Repetir añadiendo una frase en cada repetición hace que esté cuento sea pezuñable? Desde luego lo hace tedioso. ¿Lo tedioso es una cualidad que puede hacer un cuento malo?. Ya veremos, dijo un ciego.
ResponderEliminar¡Suerte!
Un cuentecito construido más o menos como la famosa serie de Fibonacci, en la que cada término es suma de los dos anteriores, por lo que en el término final está la suma total, el valor completo de la serie generada fractalmente. Hay importantes diferencias con la serie matemática puesto que en ella los términos no aparecen como tales, como ocurre aquí, ya que cinco es tres más dos pero un número diferente, mientras aquí los términos anteriores permanecen en los subsecuentes de forma que con leer la frase final conocemos la historia completa en todos sus elementos. Si Alarico, ese topito que va creciendo y labrándose su destino metódicamente, no hubiera sido detenido, si no hubiera soñado con los angelitos, si no hubiera fumado marihuana, si no hubiera bebido en horario laboral, si no hubiera sido tan bajito y tan soplón ni un topo de la policía, habría permanecido inmutable en sí mismo uno y único como el ser de Parménides…
ResponderEliminar¡Excelente, Trikolz! Si las palabras no se hubieran repetido pero número de las mismas siguiera la serie de Fibonacci, tampoco creo que se nos hubiera pasado por alto. En cualquier caso, quizá ese mal uso del recurso sea pezuñable (de segundo orden), con el texto en sí siendo mediocre/moderadamente pezuñil. Ha generado discusión.
EliminarDe Wikipedia:
Eliminar[…]aparece en configuraciones biológicas, como por ejemplo en las ramas de los árboles, en la disposición de las hojas en el tallo, en las flores de alcachofas y girasoles, en las inflorescencias del brécol romanesco, en la configuración de las piñas de las coníferas… ¡Ajá!, no dice las comestibles sino coníferas. Así que este cuento también puede considerarse una inflorescencia literaria de segundo orden moderadamente mediocre. Recuerdos, Javier, aderezados con diversos temas de composición contemporánea...
Me gusta el término inflorescencia para definir este relato. Sin embargo, creo que lo definiría mejor, racimo; pues va aumentando el número de uvas y, a medida que comes, te vas empalagando y empachando del mismo sabor.
ResponderEliminarLos puntos suspensivos finales te dejan opción a parar o a continuar la historia con la misma dinámica. En mi caso, no vuelvo a comer uvas en un año.
Me parece una genialidad traer la sucesión de Fibonacci y de la razón áurea a un relato que concursa para la pezuña de plata. ¡Bien jugado, Plutón es un planeta! ¡Gran candidatura!
ResponderEliminarPlutón es un planeta es un innovador. Al inicio parece una canción infantil. Lo hace utilizando ese truco que se hace en música que consiste en repetir una misma estructura y añadir una nota más y luego otra más y así sucesivamente. Lo bueno es que tienes el relato resumido en las cinco líneas finales y lo malo, que no es fácil de leer. De lo más pezuñable que hay por estos lares.
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