🐷 MUCHO «MIROIR» Y POCO MIMARSE \ LPPIII_001

Los compró porque leyó que ampliaban el espacio y daban luminosidad; tenía la casa llena de espejos.
En el del lavabo, miraba el cepillo que desenredaba el cabello. O la crema que se deslizaba hidratando su rostro. O los restos de dentífrico en las comisuras. O el pus de algún grano. 
En el del comedor, ojeaba la cuchara entrando aunque rápidamente bajaba los ojos al plato. 
En el del vestidor, remiraba en la ropa manchas o arrugas y contemplaba el calzado buscando polvo. 
En el de la entradita, veía el peine que perfilaba la raya del pelo, antes de salir de casa.
Pero Angustias nunca miraba su rostro ni su cuerpo. Jamás ojeaba su persona. Nunca jamás se observaba en sus espejos.
Sola, salía solo lo preciso, conversando lo estricto.
Una mañana gris, desnuda y descalza delante del guardarropa, sus ojos se interesaron por su humanidad y lo que vio no le gusto a su mente. Remiró buscando indulgencia pero sus pensamientos la recriminaron inclementes. Rápidamente se vistió, se puso abrigo, gorro y bufanda y se dispuso a salir; no por la puerta sino por la ventana del segundo. Rebotó en las cuerdas, del primero, atiborradas de textiles. 
Urgida por la vida, se aferro a un edredón y quedó colgando a medio metro del suelo.
Su corazón galopaba. Miró la acera y se soltó. Ojeó el cielo ahora despejado y se puso en marcha hacia su futuro con un firme propósito.

Amanuense amateur participa con este relato en el concurso La pezuña de plata

Comentarios

  1. Pues yo no creo que sea un mal relato, y si tenía otra intención ha fallado por completo

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  2. Pues empezamos mal si de ser malo se trata porque amanuense nos muestra el bien hacer literario y no el malo. El relato cuenta una historia poéticamente dramática con mensaje. Así pues queda clara la intención de amanuense de ir a por el lápiz, lo cual le recriminó porque vulnera la esencia de este concurso, pero le deseo suerte en su propósito.

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  3. Como dice la canción te quedas entre dos tierras. No bueno ni malo. No lo salva el pus y el intento de suicidio.
    No bueno ni malo

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  4. Me he perdido varias veces, no me ha interesado mucho, la extensión es casi el doble de la prevista... Desde ese punto de vista podría decirse que es un relato malo, malo. Desde el punto de vista de los relatos malos, también es malo. No sé, estoy un poco confundido.

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  5. Reverendo Javier Wenceslao Martínez Turrialba24 de octubre de 2023, 10:36

    Entiéndase por reprochable y, por ende, admirable, la aparente nonsequituría de los espejos y el exquisito desenlace. Hay quien quiera, o pueda, ver más de lo que yo haya leído en este relato de tal forma que quede perfectamente interconectado. Dudo que fuera la intención del autor pero puedo equivocarme. A pesar de ello, la narración es clara, interesante, comparativamente precisa y, si bien muestra conceptos de lo más surrealista, si comenzara así una novela me sentiría irremediablemente preso de su lectura. ¿Hablamos pues de un lapicero?

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  6. Buena idea con buen desenlace, hay que admitirlo. Por lo demás, no está bien escrito, es bastante mejorable. Pero tampoco está muy mal del todo, si a ello nos ponemos, con lo que también es bastante empeorable. ¿Por qué no Amanuense no procuró esto último, si de ello se trata...? Mas, ahora que me fijo, lo que es manifiestamente mejorable es este comentario. Empezamos bien: olviden todo lo que han leído. El siguiente.

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  7. El título, a priori, ya echa para atrás, sin embargo, el texto no le secunda tanto. Creo que a Amanuense le pareció perfecto el título como inicio para un relato que considera para optar a lapicero. Pero se equivoca de principio a fin. Seguramente te espere el limbo, Amanuense.

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  8. Tener espejos por toda la casa es como poner cámaras de seguridad: te sientes observad@ y si escuchas a tu carcoma interior roerte la autoestima, peor aún. Por cierto, cuando yo era niñ@ tenía la fantasía de salir a la calle por la ventana, rebotando de tendedero en tendedero y aterrizar en el suelo sin romperme la crisma. ¡Dénle el lápiz a Amanuense amateur!

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