🐷 LA PETICIÓN PÍCARA \ LPPIII_008

Ernestina y Justino eran novios desde que les alcanzaba la memoria. Se profesaban un amor puro donde no cabía resquicio de monotonía. Paseaban por el Retiro los sábados, alternaban misa y cine los domingos y el resto de días se acaramelaban en su apartamento de veintiséis metros cuadrados, situado bajo un club de chicas de moral relajada. Ernestina investigó sobre las artes amatorias que allí se practicaban. Un domingo, al salir de la iglesia, Ernestina le pidió a su novio que le practicara un cunnilingus. A Justino la pícara petición le desconcertó.

Se encerró en la biblioteca para empollarse un volumen titulado El arte de comer coños. Al regresar Justino se arrodilló frente a Ernestina, la acarició, alzó un ramo de tulipanes y preparó un arroz con bogavante barato que quitaba el sentido. Ernestina comenzó a frecuentar el piso de arriba y junto a Justino fueron siempre felices.


Agustina de Parangón participa con este relato en el concurso La pezuña de plata


Comentarios

  1. La típica historia sobre cunilingus que acaba bien. No me suelen gustar las historias de cunilingus que acaban bien porque resultan demasiado clásicas. Al final son malas copias de otras obras de referencia del género de comer coños como 'Niebla', 'La tía Tula' o 'El guardián entre el centeno', pero esta reconozco que me ha cautivado por ser mala a rabiar. Y qué mal me cae Ernestina, pero qué mal me cae Justino.

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  2. Malo para el concurso de amor, mediocre para esté. Ni petición de premios ni pícara.

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  3. Me gustaría saber que ponía en ese volumen sobre el arte de comer coños, lo digo por lo de los tulipanes y el arroz con bogavante barato, jajajaja. En fin un sinsentido, pero oye, quien sabe. ¡ Suerte !

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  4. No sé por qué, pero el caso es que este cuento me ha dado hambre... Qué ganas de comer conejo, almejas, y hasta huevos con chorizo, qué narices!!! Tengo tanta hambre que me comería lo que fuera, carne o pescado!!!

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  5. Reverendo Javier Wenceslao Martínez Turrialba30 de octubre de 2023, 16:18

    Y junto a Justino fueron siempre felices. Fueron... ¿los de arriba? Por convicción de que un mal relato no abusa de errores gramaticales, me entrego por completo a esta interpretación. Dicho esto: descripciones erráticas, non sequitur y darme hambre... cóctel no tan argirónico pero sí una plateada piña colada. Creo... ¡sé que Agustina aprovecha el non sequitur como una mena de pezuñas! Pero esa elegancia ya sea a propósito o así-dental en la que el arroz de bogavante quita el sentido, tanto a Justino como al relato, es bonita (por decir algo). El sentido que tenía la historia se desvanece en un humeante fumet.

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    Respuestas
    1. Hay una posible interpretación que anula el non sequitur del Reverendo, aunque probablemente me vais a decir que es demasiado rebuscada, o no muy creíble. También hay que tener en cuenta que en relatos tan breves el lector debe buscar una relación entre los hechos, si no presuponemos que deliberadamente esa relación no existe; es decir, ignorando el contexto en que aparece el relato, opto por una lectura atenta a la concatenación de los hechos y a su interpretación racional. Justino (hombre tradicional y acaramelado, de amor puro, de paseos, misa y cine los domingos), después de leer el libro llega a la conclusión de que no necesita esas novedades en lo amoroso; por otra parte, entiende que no debe ofender a Ernestina, de ahí las caricias y el ramo de tulipanes, pero para comer prefiere otras cosas, y así se lo hace saber a Ernestina de forma clara y delicada a la vez. Ernestina satisface sus deseos en el piso de arriba.

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  6. Trikolz no tienes precio como analista de problemas matrimoniales.

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  7. Tal vez el prolegómeno aventura una conclusión inesperada, pero la realidad, burda, conduce a un meritorio candidato a la pezuña.

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  8. Admirado por la prosa, creo que este certamen encierra más méritos de los supuestos a lo que considerábamos literatura nociva. Mi más sincero reconocimiento a la idea. Enhorabuena.

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  9. Baya! Veo que Trikolz se ha incorporado al CONCURSO y a las críticas con un pequeño retraso y los primeros relatos adolecen de sus sabías intervenciones....se echan en falta...como que los escritos están mancados sin su apostilla...en fin no se si ya los leyó o aun no ha te ido tiempo de empezar por el principio...

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  10. Agustina de Parangón nos has escrito un cuento de hadas manido y convencional. Utiliza los recurrentes tulipanes, el arroz con bogavante y el tan nombrado (y más archiconocido que El Quijote) " El arte de comer coños", para llegar a lo mismo que todos los cuentos de hadas clásicos, que fueron felices y comieron perdices. Tal vez en éste de Agustina, Ernestina llega a divertirse un poco más que la Cenicienta, por ejemplo.

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  11. Será non sequitur, será casualidad o astuta maestría del autor, pero lo de "em-pollarse" el libro de tan explícito título me parece de COÑA.

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  12. Masters & Johnson10 de mayo de 2024, 1:28

    Cunnilingus con arroz al bogavante. Un plato fácil de preparar y sobre todo rico, rico.

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