🐷 EL FORASTERO \ LPPIII_009

El forastero llegó cuando empezaban a caer las primeras gotas del torrencial aguacero que dejó incomunicado el pueblo aquella vez. Entró al bar y se sentó en la barra justamente a mi lado, y le hizo una seña al cantinero, sin mirarlo. Al instante tenía frente a él una jarra de la mejor cerveza del lugar.

Bebió un sorbo lentamente, como acariciando el líquido, y me miró.
Yo aparté la mirada, pues tenía una enorme cicatriz en la cara, que iba desde la frente hasta la barbilla, parecía un navajazo o algo así.

Te estuve buscando, dijo sonriendo y al mismo tiempo sacó un revolver calibre 48, y lo puso en mi sien.

Sentí el calor del orín entre mis muslos. Miré hacia abajo y pude verlo correr por mis piernas formando un gran charco amarillento en el piso.

Ha pasado un tiempo, pero mis manos aun tiemblan, y huelen a pólvora y a sangre. Ha pasado un tiempo, no sabría definir cuánto, pero juro que cada noche en medio de la oscuridad de la celda puedo ver la cicatriz que atraviesa su rostro, y puedo verle sonreír mientras el disparo le borra la sonrisa.

Ulises participa con este relato en el concurso La pezuña de plata

Comentarios

  1. Vas para lapicero. Pero adjetivos rimbombantes restaran

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  2. Muchas películas del oeste se ha visto Ulises a pesar de estar embarcado en las aventuras de la Ilíada y la Odisea. Malo no es, formalmente está bien, si acaso peca de manido. ¡Suerte!

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  3. El Forastero, simplemente genial, puede pensarse en otro final para la historia hasta que toma un giro totalmente inesperado, un cuento breve pero contundente.

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  4. Reverendo Javier Wenceslao Martínez Turrialba31 de octubre de 2023, 15:33

    ¡Oh no, final inesperado! A nivel de finales, ¿qué se apezuña mejor, un final abierto, uno inesperado, uno esperado o uno tan caótico que no es ni final? Me inclino por los dos últimos, pero en el caso de dar la apariencia de que va a haber un giro y luego no haberlo, esa elegancia al escribir es digna de admiración. En cierto modo es imposible escribir mal sin escribir bien, ya sea bien mal, o mal bien. Aunque esto ya está trillado.
    Supongamos la ausencia de un segundo revólver. Me gusta pensar que el forastero, en lugar de apuntar al narrador, apoya la culata en la sien, que implica una leve luxación de muñeca para poder apretar el gatillo. Es probable que sus dedos acaricien la frente u orejas de nuestro narrador. Si no lo ve, se entiende el efecto diurético.
    Como alternativa, el narrador puede asir el revólver colocado sobre su sien, sin apartarlo de ella, y apretar el gatillo en esa posición. En ambos casos se lleva un buen golpe en la cabeza.

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  5. Si tienes la situación controlada, para qué mearte encima? Para distraer al forastero? Como efecto cómico? Cuando hay que ir, hay que ir?

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  6. Podrían ser buenos tópicos "westerianos" pero el autor no da datos ni de tiempo ni de espacio. Tal vez el término cantinero nos lleve a pensar en ese lejano oeste de espuelas y guardapolvos, pero nos confunde cuando también lo llama bar y que el revólver es calibre 48. Tengo entendido que John Wayne usaba el Colt 45.

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  7. El Niño de Sundance9 de mayo de 2024, 1:50

    Notable. Primero te despista con la incontinencia urinaria y cuando tiene la pistola en la sien y esperas lo peor, zas, giro del destino. El mejor desenlace de un relato es que sea inesperado y este lo es.

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    Respuestas
    1. Y yo pensando que era una mierda el texto... Muchas gracias, soy el autor.

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