El club en el blog (15). La mitad evanescente. Brit Bennett
Un pueblo que, como cualquier otro, es más una idea que un lugar. La idea la concibió Alphonse Decuir en 1848, mientras estaba en los campos de caña de azúcar que había heredado de su padre que en su día fue su amo. Con el padre ahora difunto, el hijo ahora liberto deseó construir en aquellas hectáreas de tierra algo que perdurara por los siglos de los siglos. Un pueblo para hombres como él, que nunca serían aceptados como blancos pero se negaban a ser tratados como negros. Un tercer lugar... (pág. 16)
Un siglo después, las gemelas Vignes, son el ejemplo de las aspiraciones y desvelos del Fundador: color níveo, ojos castaños y cabello ondulado.
La novela arranca en 1968 pero hace continuos flashbacks a 1954 para ponernos en antecedentes de la huida de las hermanas del pueblo en busca de una vida mejor, después de presenciar la injusta muerte del padre a manos de unos hombres blancos y de servir en una casa donde soportar el fin de los sueños, limpiando la mierda al rico mientras el pobre no tiene váter al que ir. Aunque comparten los primeros tiempos en Nueva Orleans cada una sigue su propio camino de manera independiente.
Con este argumento podríamos pensar que el racismo y el menosprecio por el tono de piel oscuro dentro de la propia comunidad negra es el tema central de la novela, sí, pero no. Estamos ante una historia sobre la identidad de las personas. La novela mantiene muy buen ritmo y contiene una marcada crítica social sobre la desigualdad de género, la identidad sexual, la identidad de clases, los roles familiares y las relaciones materno-filiales. Algunos de estos temas no son tratados en profundidad pero enriquecen la narración.
Cada una de las hermanas busca, a su manera, su propia identidad, Desiree, en un alarde de rebeldía se casa con un hombre negro que termina maltratándola, tiene una hija, Jude, más negra que el carbón, y se ven obligadas a escapar y volver a Mallard, siendo la niña el centro de las miradas y los menosprecios por el color oscurísimo de su piel. Stella, aprovechando que puede confundirse con una mujer blanca, olvidará sus raíces y creará un nuevo personaje mintiendo sobre su pasado y su identidad, obteniendo una posición más acomodada en la vida por su matrimonio con un rico y joven ejecutivo, con el que tendrá una hija rubia y angelical. La autora nos hace reflexionar sobre cuestiones como ¿quienes somos de verdad?¿podemos reinventarnos al margen de lo que somos y de nuestras circunstancias?
Las vidas de las dos hermanas y de sus hijas se entrelazarán de nuevo a lo largo de una vida llena de rechazos y mentiras. ¿Hasta qué punto la negación de los propios orígenes puede alejarlas de quienes más aman?¿Merecerá la pena renunciar al pasado para construir un nuevo futuro?¿Esta nueva vida compensará las pérdidas y las renuncias?
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