NI BOURNE, NI BOND, ¡GARCÍA!

 

¡García! es una serie de televisión española de acción y comedia política producida por Zeta Studios. Está basada en la novela gráfica ¡García! de Santiago García y Luis Bustos. Eugenio Mira es el director y creador de la banda sonora original.

En la novela gráfica Santiago García y Luis Bustos plantean una mezcla de sátira política y thriller de acción para conectar con la con realidad española. Y es que la crisis económica e institucional ha hecho que la sociedad de este país se convulsione. En medio de los escándalos de corrupción los dos grandes partidos –conservadores y socialistas– se han aliado en una coalición de Gobierno con la intención de impedir que el Partido Renovador de Izquierda gane las inminentes elecciones generales. Es entonces cuando todo salta por los aires: la candidata del Gobierno ha sido secuestrada, y nadie sabe quién es el responsable ni dónde se encuentra. Mientras la tensión aumenta y el pánico se adueña de todos, un durmiente abre los ojos en una cámara secreta bajo el Valle de los Caídos. Se trata de García, un superhombre que se hizo célebre durante los primeros años de la dictadura y desapareció sin dejar rastro hace más de 50 años. Ahora García ha vuelto a la vida en el momento más complicado de la democracia, y deberá enfrentarse a una España muy diferente de la que dejó atrás en los 50 del siglo pasado. El destino del país podría estar en manos de este hombre sin tiempo.

En la serie, Antonia (Veki Velilla), una periodista de investigación, se ve envuelta en una conspiración para acabar con la democracia. Antonia da con la existencia de un superagente criogenizado, García (Francisco Ortiz), creado en un laboratorio en los años 50 por los servicios secretos del general Franco. Es un soldado perfecto que se encontrará al despertar con un mundo muy distinto al que recuerda. Unidos por el azar se verán obligados a intentar parar la recién descubierta conjura política que amenaza con acabar con la democracia en favor de una nueva y brutal dictadura. La serie no marcha políticamente en ninguna dirección, y tira a dar en todas direcciones, lo que le da un enfoque parcialmente distinto al cómic, pero igual de interesante.

No estamos ante una serie particularmente fácil de encasillar porque, siendo una sátira política, cuenta con el tono ligero de las películas clásicas de aventuras, villanos casi caricaturescos y momentos de humor negro; le unimos tintes de ciencia-ficción y surrealismo; los giros radicales e inesperados. Un cóctel que deja buen sabor y tiene la capacidad sutil de ponernos delante del espejo. Vemos perfectamente las dos Españas que siguen conviviendo a codazos a día de hoy.

Una excelente fotografía, unos efectos cuidados, unos refinados flashbacks al estilo del cine noir, y una brillante banda sonora, que parece directamente sacada del imaginario gánster de las viñetas de Dick Tracy. El lenguaje del cómic se ha sabido trasladar a la pantalla.

El reparto encaja a la perfección con los personajes de las viñetas: Veki Velilla cuenta con la misma energía que Antonia, y Francisco Ortiz da la talla y la percha encarnando a García. Sin olvidarnos de Silvia Abascal, en sus escasas intervenciones, o Emilio Gutiérrez Caba, brillante.

Por todo lo expuesto, sin ser una gran serie, engancha hasta el final.

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