🎺 La Banda Sonora
Hoy es jueves. Jueves 19 de mayo. Paseando por el centro de Leganés me encuentro con un piano en medio de la calle. ¿Es la respuesta a mis plegarias?, ¿Por fin los dioses me otorgan la gracia del saber musical y es su forma de expresarlo? Me aproximo sin miedo mientras estiro los dedos para comprobar si el don ya está en mí... ¡Lástima! ¡Se me han adelantado! Quizá alguien más valiente... y parece que también se ha apropiado del don que me correspondía. Me quedo absorto escuchando como toca y pensando que la gracia pudo haber sido mía... hasta que las voces de un coro infantil me sitúan y despierto.
Y es que hoy se inaugura la exposición que conmemora los cincuenta años del nacimiento de La Banda Sonora de Leganés: la Escuela Municipal de Música que lleva el nombre de su fundador Manuel Rodríguez Sales. Esta banda de sonoros lleva dibujando la banda sonora de Leganés desde hace más de cinco décadas. ¡Que ahí es ná!
Así que ni poder divino ni gaitas. Si tocan y cantan tan bien es porque sus buenos años de esfuerzo le han dedicado las chicas, los chicos... y José Miguel Martínez, el pianista. Ingenuo de mí.
Un anécdota para que vean que no miento: siendo mi hijo pequeño le apuntamos a clases de clarinete y, aunque con el tiempo lo abandonó, disfrutaba mucho. Una tarde en que estaba ensayando en casa, le dije que me daba mucha envidia de que supiese tocar un instrumento y yo no. Que parecía sencillo. ¿Por qué no me enseñas?, le dije. Dicho y hecho, me pasó el clarinete y me pidió que soplase. Una, dos, tres, cuatro... no sé cuántas veces lo intenté. Me dolían los carrillos. Estaba colorado por el esfuerzo. Y me sentía refirmado en mi inutilidad musical. Hugo, que así se llama mi hijo, se tronchaba de la risa. Veis, para el humor si que valgo. Pues es que la cosa tiene su aquel. Nadie que se enfrente a un clarinete sin un mínimo de conocimiento sacará de el ni una nota. Eso es lo que aprendí en esa primera (y última) toma de contacto con la música: hay un modo de poner los labios y la lengua para conseguir que pite. Lo de hacer música ya es otro cantar...
Entiendo la envidia por saber tocar algún instrumento porque yo también la tengo. Mi hijo tbm intentó enseñarme a tocar la guitarra y no llegué ni siquiera a poner bien los dedos.
ResponderEliminarPero disfruto intensamente de la música.
Una vez ley un estudio que decía que cuando es u hamos musica o vemos ballet nuestro cerebro nos hace sentir como si tocasemos o bsilasemos.algo es algo. Y siempre podremos disfrutar como espectadores de la maravillosa música que hacen escuelas de como la de Manuel Redriguez Sales.
¡Enhorabuena por ese 50 cumpleaños!
Y gracias como siempre al blog por compartirlo.
Perdonar, pero me he dado cuenta de que la redacción estaba mal y la he corregido y publicado otra vez, pero como. Anónimo. Es lo que tiene escribir desde el móvil. 🥴🥴
EliminarEntiendo la envidia por saber tocar algún instrumento porque yo también la tengo. Mi hijo también intentó enseñarme a tocar la guitarra y no llegué ni siquiera a poner bien los dedos.
ResponderEliminarPero disfruto intensamente de la música.
Una vez ley un estudio que decía que cuando escuchamos musica o vemos ballet nuestro cerebro nos hace sentir como si tocasemos o bsilasemos. Y siempre podremos disfrutar como espectadores de la maravillosa música que hacen escuelas como la de Manuel Redriguez Sales.
¡Enhorabuena por ese 50 cumpleaños!
Y gracias como siempre al blog por compartirlo