Con quién viajas: una road- movie entre Madrid y Cieza
Cuatro desconocidos quedan en el centro de Madrid, junto a la Plaza de toros de las Ventas, para ir en coche a Cieza (Murcia), gracias a una aplicación de viajes compartidos. Comienzan a charlar entre ellos para romper el hielo y todo fluye con normalidad, pero el conductor da la impresión de que oculta algo porque empieza a comportarse de manera extraña...
Así comienza Con quién viajas, la road-movie que sirve como excusa a su director para hablar sobre nuestras relaciones con los demás y los prejuicios que surgen al ver por primera vez a las personas.
En manos de buenos guionistas y directores, con unos pocos personajes, una única localización, un concepto medianamente inteligente y un presupuesto ajustado pueden hacerse largometrajes que no tienen nada que envidiar a producciones de una mayor envergadura logística. Recordemos La ventana indiscreta, Doce hombres sin piedad, El Resplandor o Buried (Enterrado).
En Con quién viajas, ópera prima de Hugo Martín Cuervo estrenada hace unos meses en el Festival de Málaga, la acción se desarrolla en exteriores, con un único escenario, el interior de un coche, pero está rodada casi en su totalidad en un estudio, con el socorrido recurso de los cromas, lo que le da un ambiente teatral. La tecnología empleada para el rodaje es la denominada Unreal Engine 4, que hace previsualizar los fondos grabados en directo. De esta manera se pueden crear con el máximo realismo las sombras de los árboles, por ejemplo, adecuando la iluminación. La cámara está dentro del coche para grabar los diálogos durante el viaje.
El estupendo guion parte de una experiencia personal en Blablacar del propio director, y está hábilmente construido sobre una idea muy sencilla, equilibra muy bien comedia, suspense, terror y drama (a Martín Cuervo le gusta más el término Thrilledia, mezcla de thriller y comedia) y va creciendo a lo largo del largometraje con la adecuada dosificación de incidencias. Vamos de sorpresa en sorpresa ganando en interés. Lo que al comienzo del viaje resulta amable y gracioso, se va torciendo a medida que se suceden las conversaciones hasta crear un ambiente primero de suspense y después bastante asfixiante. El interior del coche se convierte en un confesionario con dinámica de grupo donde sus cuatro protagonistas pasan del desconocimiento a las sospechas. Es curioso que la risa floja del espectador surge en las escenas de más tensión, porque solemos identificarnos con el miedo irracional. También surge la duda de quién es el malo de la película, el supuesto psicópata o esos jóvenes prejuiciosos que desconfían de su aspecto nada convencional.
Los actores, que por cierto, le sacan un gran partido al ambiente teatral al que hacíamos alusión anteriormente, hacen que el ritmo no decaiga en ningún momento y nos identifiquemos con las situaciones, a veces disparatadas. Ana Polvorosa, Andrea Duro, Pol Monén y Salva Reina defienden sus papeles con gran profesionalidad aunque, por ponerle algún pero, queda un poco fuera de lugar el intento de reflejar un choque generacional de los tres actores con el conductor friki Salva Reina, algo mayor que ellos pero no tanto como para usar discman y que le gusten Los Brincos.
El giro final es brillante pero causa dos efectos contrarios, alivio e inquietud... No dejéis de verla, haréis un viaje surrealista a la par que divertido y pasaréis un buen/mal rato muy gratificante.
Según la revista Fotogramas, lo mejor de la película, las charlas clandestinas por WhatsApp entre los protagonistas, lo peor, que propuestas como ésta pasen inadvertidas.
Por último, una selección de las canciones favoritas de... ¿Julián?, el personaje interpretado por Salva Reina.
La película está disponible desde la plataforma Movistar.
Comentarios
Publicar un comentario