Adios Reverte, adios Bond

 

Estos días inciertos de octubre terminan de la peor manera posible, se nos han muerto como del rayo  Javier Martínez Reverte y Sean Connery.


Es una triste casualidad que nos dejen el mismo día estos dos grandes coincidiendo con la celebración de Halloween en muchos lugares del mundo, en ese mundo por el que viajamos de la mano de Reverte a través de sus libros. Dicen que el amor por los viajes y África le vino  de niño cuando leyó incansablemente, una y otra vez, los 11 volúmenes de las aventuras de Tarzán de los monos y cuentan también que continuó con Jack London, Melville, Hemingway y Dinesen. Dedicó su vida al periodismo y a la literatura de viajes. Fue corresponsal en diferentes países, reportero del programa de TVE En portada y redactor del diario Pueblo. Nos enseñó el continente africano como nadie con El sueño de África, que fue el que le reportó éxito y reconocimiento, y con Vagabundo en África, que nos hizo viajar a los lugares de El corazón de las tinieblas de Conrad. También nos llevó a Centroamérica, Grecia (El corazón de Ulises) y al Ártico. Además escribió novela, ensayo y poesía. Pasó sus últimos años litigando con la Seguridad Social por la imcompatibilidad de su pensión de jubilado con los derechos de autor, aunque la justicia le dio la razón en 2019. Siempre quedará en nuestra memoria como un gran incitador de lecturas y viajes.

Sean Connery, o Bond, James Bond, nombre que Ian Fleming tomó prestado a su jardinero para el protagonista de sus novelas, o Guillermo de Baskerville, el fraile investigador de El nombre de la rosa cuyo nombre rinde homenaje a la primera novela de Conan Doyle protagonizada por Sherlock Holmes, o el padre de Indiana Jones, o uno de los Intocables de Eliot Ness o tantos y tantos personajes interpretados, nos ha dejado también. El hijo de un obrero escocés descendiente de irlandeses y una mujer dedicada a trabajos domésticos, con una niñez llena de estrecheces, se abrió camino en la vida con mucha dificultad, desempeñando multitud de trabajos nada relacionados con la interpretación. Su gran esfuerzo para formarse y las casualidades de la vida le hicieron conseguir papeles secundarios hasta que le llegó la oportunidad de interpretar al agente 007. El resto ya es historia por todos conocida.     

Ambos, Javier Reverte y Sean Connery acaban de entrar para siempre en el imaginario colectivo como esos héroes de leyenda que nos seguirán haciendo viajar y soñar a través de su obra y nos dejarán una huella imborrable.  


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