✒La pezuña de plata/072: / Oh, amada mía
Cuando la vio se quedó como de escayola: era su cintura de avispa, sus
dientes como perlas, sus ojos del color del mar, una verdadera diosa con labios
de rubí. Las flechas de Cupido le habían traspasado, así que empezó a hacerse
el encontradizo para ver si se fijaba en él, pero ella iba siempre a lo suyo.
Una bella tarde primaveral, al contemplarla pasar por la calle con sus andares
de gacela y su intenso perfume de violetas, como impulsado por un resorte, se
arrojó a sus plantas, mientras le imploraba que tuviera piedad de un hombre
enloquecido por el amor, que pusiera en él sus ojos aunque fuera un instante.
La mujer atónita, clavó su mirada en aquel ser rendido a sus pies. Entonces, el
sintió que la tierra giraba a su alrededor, que se encontraba en el paraíso,
que todas las campanas se alzaban al vuelo y los ruiseñores le cantaban al
oído. Al mismo tiempo ella se alejaba de puntillas.
Candelaria, La Del Puerto presenta este texto para participar en el concurso La pezuña de plata
¡¡ Enhorabuenísima!!. No tengo otra cosa mejor que decir. Bueno sí, que es horripilantemente cursi, que dan naúseas y si no las dan, te entran ganas de meterte los dedos para vomitar.Que solo hay una persona que podría haber escrito tan repelentemente un relato romántico como este engendro ¿ Megan Maxwell, eres tú?
ResponderEliminarNo sé, no creo que tengamos que ofender tanto con los comentarios, que Candelaria, la del puerto tendrá su corazoncito y a decir por su relato lo tiene de gelatina de gominola de fresa.
EliminarQuerido soloséquenosenada, lee de nuevo mi comentario, es el culmen del halago para este estupendísimo mejor peor relato presentado a este nuestro concurso de la pezuña de plata.
EliminarAunque es de lo malo, lo mejor, advierto que el ganador de pezuña aún no ha salido.
ResponderEliminar¿¡¿¡Cómo!?!? ¿Dondedigodigodigodiego ya conoces al ganador? ¿Aquí también "invitan a participar" a amigotes del jurado? ¡Cuánto yonki de céntimos!
EliminarPor otra parte, me duelen los dientes de la cantidad de almíbar bien cargado que tiene este pezuñaso.
ResponderEliminarSi este concurso está amañado, me corto mis venas literarias para siempre jamás. Y eso que si no me las he cortado ya después de leer algunos textos,como este por ejemplo, y también algunos comentarios, es que soy más dura que el alcoyano.
ResponderEliminarYo confío en la honorabilidad del jurado y los convocantes, no tanto en la de los participantes pero de eso trata de crear el texto más infame. ¡Suerte a todos! Y que el mal hacer os acompañe.
El mejor hasta ahora, sin duda. Tiene un buen final, y eso estropea una aportación espantosa. Bravo.
ResponderEliminarCandelaria se ha lucido: demuestra que conoce bien el oficio. El catálogo de lugares comunes más que manidos le haría merecedor ya de por sí de media docena de pezuñas.
ResponderEliminarSoloséquenosénada: yo creo que el mejor halago que se le puede hacer a un relato en este concurso es "vomitivo" o "repugnante". No perdamos la perspectiva.
¡Enhorabuena, Candelaria! Gran trabajo. Tu relato es un asco.
Es que no hay una sola frase que no sea manida y llena de toneladas de azúcar. Según lo iba leyendo las palabras parecían teñirse de rosa chicle, y todo con una corrección ortográfica y sintáctica ejemplar. Malo hasta el empalago y número uno en mi listado particular de aspirantes a la pezuña. Enhorabuena!
ResponderEliminarPues yo lo he leído varias veces y es impecable: cursi y gramaticalmente encomiable. Emociona hasta las lágrimas a estas alturas de la vida ver los pronombres "la" y "le" correctamente empleados. De lo que ya no queda. No hay duda: lapicero con pompón para Candelaria.
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