5 Jotas. De la ficción a la realidad

Si han salido de paseo en estos días inciertos con la intención de comprar un libro de regalo, seguramente hayan visto una portada como esta. Al verla, tal vez, habrán pensado que el libro es una lectura para mentes sucias, pues titulo e imagen invitan a ello. Habrán leído que el autor tiene como nombre Paco, y no Francisco, con un apellido vulgar, por lo corriente, Gómez. Vamos tiene todas las papeletas para no comprarlo. 

Aún así, puede ser de los que le gusta descubrir nuevos autores. Buscará su foto, de este autor, en su móvil, encontrando fotos como esta. Lo más seguro es que...

Posiblemente si estuviera publicado en una editorial de alta cuna, pararía a leer contraportada y cubierta, y pensaría en comprarlo. Pero como la editorial es Alreves, tiene 305 páginas y se titula 5 Jotas, seguiría sin comprarlo. 

A lo mejor, amante de la novela negra, policíaca, thriller, y demás denominaciones de origen, ya ha comprado el enano de Gellida, y/o el rey blanco de Gómez-Jurado, revisados en este humilde blog. Se ha gastado sus buenas pelas en ellos, y no quiere gastarse más a la espera de nuevas novedades editoriales. 

Pues tengo que decirle, que se lo pierde. 

No se piensen que yo conocía el libro. Bueno, sonar el título me sonaba. Fue al leer un artículo sobre el Premio Novelpol cuando me decidí a leerlo.

¡¡¡QUE MARAVILLA!!!. Una novela negra de manual. Algunos críticos refieren al realismo sucio Como quieran llamarlo. Unos personajes maravillosos. Una crítica social certera. Un robo fuera de lo común: jamones.

No piensen que el protagonista es el/la policía, guardia civil, o detective de turno. No el, los protagonistas son los marginados, el barrio de Canillejas, de donde es el autor. Un foco hacia el yonki, el mangui, el exconvicto, el alcohólico...

Lo importante es un mundo que no queremos ver. 

Lo importante no es la investigación del robo, es el robo en sí, la planificación. Para robar jamones. Pero 5 Jotas!

He hablado de personajes. Destaco dos: el banderines y el pestañas. Por su intento de huir de la marginalidad, de la suciedad, de todo lo que le rodea. Porque son buena gente, que sobrevive a su manera en un mundo que es definido por un personaje precisamente no marginal de la novela:

En cualquier caso, hay que salir allí, cada día, a partirse la cara con quien sea y salir airoso de todas y cada una de las batallas de una jungla en la que a veces el rey de la selva no es el más fuerte, sino el más inteligente o el que menos escrúpulos tiene, o, sencillamente, ese que está en el momento justo en el lugar adecuado.

Un libro que nos puede llevar a preguntas incomodas. Una de ellas: ¿Cómo es posible que una persona con un coeficiente intelectual de 180, se deje perder por los responsables de esta sociedad, en cualquiera de sus ámbitos?.

Por poner, dos peros. El primero, la repetición de los tipos de personajes en los libros de Paco Gómez Escribano, ese lumpen, pero es sobre lo que el quiere escribir. El segundo, adivinamos el malo de verdad en poco tiempo.

Nos hace falta leer y este libro es muy bueno para ello.

La música de la novela: el blues

Por último no se pierdan esta noticia. A veces la realidad supera a la ficción...

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