La Nena. Carmen Mola
“Claro lo ha escrito Carmen Mola” pensarán algunos.
Ya pero el segundo libro, La red púrpura, me dejo un regusto entre amargo y decepción, tanto por el tema como porque esperaba otra cosa. Ya sé que el descenso a los infiernos es uno de los temas de la novela negra, policíaca, etc. No me gustó el planteamiento, demasiado repetitivo, siempre incidiendo en las mismas cosas. El final si, me gustan los finales tristes.
Pero no hablamos de La red purpura, sino de La Nena.
Libro que cierra una trilogía, si una más, pero diferente y mejor que las que recordamos. Una renacida Elena Blanco dirige la desaparición de la agente Chesca en extrañas circunstancias. Nos sumergimos en un mundo rural, que se aleja de lo bucólico, de lo idílico, de las alegres primaveras, de las vacaciones de verano tranquilas en el pueblo, para introducirnos en un final de invierno, lleno de dudas y de intrigas. Afloran los secretos, el miedo, el qué dirán, la hipocresía rural oculta tras la sonrisa. La corrupción ha llegado al campo, no es solo de las grandes ciudades.
Madrid deja de ser el protagonista y es Cuenca y su provincia, acompañada por otras zonas rurales, la que toma protagonismo. Y los cerdos, esos protagonistas involuntarios, que nada tienen que ver con las bajezas humanas.
No nos podemos perder una página, No sobra nada y a la vez lo tiene todo. Sobre todo ritmo, el que imprimen unos capítulos cortos, con los diálogos cortos y las descripciones necesarias, sin florituras literarias o documentación innecesaria. Las situaciones se suceden una tras otra con los impredecibles giros. Como dijo Rita Piedrafita en el país cuando escribió sobre La Novia Gitana: "Los crímenes de Mola son brutales, enloquecen…Son esos crímenes que hacen que yo,…, abandone un libro con un ¿Era necesario? Pero Mola no solo no me hace cerrar el libro sino que consigue que siga leyendo. Mola es sutil en su escritura. No es atroz, pese a que lo cuenta si lo es. Y de eso de trata, de seguir leyendo."
Como puntos negros, tal vez, alguna disquisición de Andrade en su relación con Chesca, la incidencia en la relación entre Elena y su madre, que termina siendo repetitiva y solo es resolutiva al final; la propia Nena que pierde en algún momento el protagonismo, que no llega alcanzar, y se convierte solamente en el título; hacen que el libro no llegue a ser redondo. Pero la suma total si lo consigue en gran medida.
El final es reconocible, esperado, deseado, pero no por ello polémico y ¿previsible?
Después de leer el libro nos preguntamos:
¿Son los genes o el entorno quien nos llevan al mal?, ¿hay elección?
¿Por qué a Carmen Mola, no le gustan los abogados?
¿Dónde hay negocio hay corrupción?
Por todo lo visto, ¿está tan bueno el jamón serano y por extensión los productos que comemos del cerdo?
¿Quién es Carmen Mola?.
A mi nada más me importa que me respondan a la penúltima.
Pueden leer el libro en Ebiblio Madrid.
Corran que se lo pierden.
Gracias por descubrirme a esta autora (?). He comenzado por el primer libro de la trilogía, La novia muerta, me ha gustado mucho. Me ha sorprendido y me anima a ir a por el segundo. Realmente esta bien escrito, la historia y los personajes enganchan desde el principio.
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