¡Hasta siempre!



Hace diez días que cerré la última página de Berta Isla escrita por Javier Marías y que como otros tantos libros que leí de este autor me ha dado apuntes para  valorar la vida y aprovechar el tiempo que pasa rápido para todos.

Ayer falleció  uno de los grandes, si hay algún lugar al que van a reunirse los escritores que nos dejan, él tendrá un lugar muy especial.

Los que participamos en este blog queremos darte las gracias por toda tu trayectoria literaria. 

¡Buen viaje Javier! Nos has hecho mejores con tu literatura, esa narrativa  que amalgama historias personales con la de un país tan intenso como el nuestro.

Comentarios

  1. Me sumo a la despedida de Javier Marías. Se ha ido uno de los grandes. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. le echaba de menos estas últimas semanas en El dominical...ahora forma parte de los grandes escritores que he leído y a los que volveré a releer.

    ResponderEliminar
  3. La muerte de Javier Marías me ha afectado más de lo que esperaba. No porque no me esperara que su muerte pudiera afectarme, sino porque no imaginaba que él, de hecho, pudiera morirse. De alguna forma pensaba que siempre estaría ahí, cada domingo, escribiendo artículos con los que estaría, con total certeza, en desacuerdo, pero que leería, metódicamente, cada semana. Porque Javier Marías me hacía siempre pensar, ¿saben? No sé. Me profunde una tristeza vacía saber que nunca jamás volveré a leer algo que viniera de esa cabeza que tenía. Una tristeza con eco, que reverbera por dentro, en cada uno de mis átomos. Una tristeza sorda y anodina. Mi madre me llama, para comentar por teléfono la noticia. Siempre he creído que la muerte es incómoda porque te recuerda que ha venido para habitar los cuerpos de quienes amas. Porque es eso, ¿saben? Yo a mi muerte le tengo entre poco y nada de miedo, quizás porque, a mis casi treinta, la siento muy ajena y lejana. La muerte y su capacidad de recordarte que existe, cuando te aniquila a alguien a quien admiras. No me juzguen: es que no había pensado nunca, jamás, que Javier Marías pudiera morir. Hay muertes para cuya supervivencia no estás ni remotamente preparada. Me pregunto qué pasará cuando el que nos falte sea mi admirado Juanjo o mi querida Rosa. O Ana. O Alicia. O la gran Amelia. Que temo un mundo en el que nos falten referentas.

    Otro lunes gris, de repiqueteo de gotas en la ventana.

    Monotonía de lluvia tras los cristales, en esta Lisboa recién habitada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Inés, muchísimas gracias por compartir tus reflexiones y tus sentidas palabras en nuestro blog. ¿Para cuando tu próximo libro?

      Eliminar
    2. Gracias a vosotr@s, Pilar. Con esos ánimos, seguro que prontito, jeje. ¡Un abrazote grande!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares