Metaliteratura III. Eva Gª Sáenz de Urturi. El libro negro de las horas

Cerramos los artículos sobre metaliteratura con el último libro de Eva Gª Sáenz de Urturi, El libro negro de las horas.


No solo encontramos metaliteratura. También bibliofilia, una incursión al mundo de los libros, y a las librerías de viejo. Estas dos últimas depende del crítico-lector, entorpecen o enriquecen la trama del libro. El núcleo de la novela es el amor a los libros y el negocio en torno a esa pasión bibliófila, las falsificaciones, con muchas citas a autores y títulos. Destacan para el desarrollo de la historia Calibán, el personaje de Shakespeare en La tempestad, el cuento La vendedora de fósforos de Andersen, La Odisea de Homero, Némesis de Agatha Christie y el poema Camino a Ítaca de Constantino Cavafis. No faltan referencias a Dumas y su conde, a Hieronymus Münzer y su viaje a España y Portugal, a Rayuela de Cortázar, a Ángeles de desolación de Kerouac, El Aleph de Borges, a El paraíso perdido de Milton, entre otros conocidos. Cuando se interna en el mundo de la bibliofilia aparecen Da Vinci e Italo Calvino. 

Por la trama, conocemos que son los libros de las horas. Se llaman también «horarium», libros litúrgicos, de la época medieval, escritos para alguien de la nobleza, por lo que se convirtieron en únicos. Tienen imágenes fantásticas, los colores negro, oro, y azul lapislázuli son los predominantes. Por otro lado la historia es una crítica a los coleccionistas de libros. Para ellos el libro es un objeto de valor. Buscan incunables mayoritariamente, primeras ediciones de imprentas, joyas de cuero y papel; encuadernaciones lujosas grabadas en oro y pigmentos gourmet, como el lapislázuli. Se crea un paraíso de vanidad e hipocresía. Lo importante es la presentación, la dificultad de hallarlos y su estado de conservación. Obras que se acumulan para engordar bibliotecas de coleccionistas, que no serán leídos. Relegados al olvido gracias al codicioso arte de poseer y ostentar. En este aspecto es donde destaca el trabajo de la autora. En la crítica, en la búsqueda y documentación. En la ambientación de un mundo desconocido para los que amamos los libros por lo que en ellos hay escrito. También lo hace con la ciudad de Madrid, mostrando al lector algunos edificios y barrios, como el de Las Letras y la Cuesta Moyano.

Una vez visto este aspecto, solo me queda destacar que el libro tiene dos tiempos. Uno contado en tercera persona, el pasado, la historia de Ítaca. Para mí lo mejor del libro. El segundo tiempo, contado en primera persona, las peripecias de Unai para encontrar libro negro y madre. La más floja y criticable. La trama avanza sin prisa, no es vertiginosa a pesar de que inicialmente hay una contrarreloj. Se lee sin ser adictiva. Una novela correcta que entretiene. Cumple la función que se le requiere con una tensión contenida. No disgusta pero llega a ser olvidable. El aspecto de intriga pasa de interesante a rozar el aburrimiento, con personajes conocidos de su trilogía de la Ciudad concluyendo todo de manera rocambolesca y folletinesca. Un inicio magnifico que se difumina poco a poco. Solo destacan los saltos hacia atrás, donde desgrana la vida de Ítaca.
Reflexión: ¿hasta qué punto el marketing y las ventas guían lo que escriben los autores/as? Imagino que igual que las series que se estiran y estiran cuando tienen una gran cantidad de espectadores detrás. ¿Qué suele ocurrir en estos casos? Se suelen volver más planas, aburridas y sin «gracia». En los libros no es el primer caso, ni será el último, en el que se recupera un personaje que se creía cerrado. Algo que a la vez causa interés, que llega al gran público, a los lectores que siguen ese personaje, pero a la vez, se van perdiendo cosas por el camino. Y es que cuando fuerzas algo, cuando lo estiras demasiado puede no salir bien. Esa es la sensación que deja esta obra, un déjà vu. ¿Era necesario Unai y las referencias a la trilogía? ¿No funcionaría mejor otro personaje?
He aquí el dilema. Lo que la autora escribe funciona para su público. No podemos negar su ingente trabajo de documentación, pero tiene muchos peros. 

Lo tenéis, junto con todos sus libros en eBiblio Madrid. Pero no corráis mucho, sus incondicionales los tienen muy reservados. 
La trilogía de la Ciudad blanca y otros libros de la autora también los tenéis en nuestras bibliotecas municipales.

Como referencia musical dos temas. El primero Caliban´s dream  del grupo de música electrónica Underworld. El mítico personaje de La tempestad le sirve al dúo electrónico para componer este tema utilizado en la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, en la que el director de Trainspotting, Danny Boyle, citó el discurso de Calibán en el que hace referencia a sus sueños (tercer acto) como influencia para la ceremonia. Calibán es uno de los personajes más trascendentales del dramaturgo, símbolo del hombre salvaje y primitivo bajo el yugo del poderoso, y uno de los más estudiados y utilizados a lo largo de la historia de la literatura universal.


La segunda, mas patria y dicharachera es Como Ulises de Javier Krahe.  En este poema musicado de Javier Krahe, se cuenta de una forma amena y divertida el mito de Ulises. Primero, el poeta se compara con el personaje del mito y se dispone a contar su historia. Cuenta las aventuras amorosas de Ulises con la Maga, las Sirenas, su encuentro con el cíclope Polifemo, etc. Cuando el héroe llega a Ítaca, Penélope está casada con otro pretendiente, que se ha hecho ya cargo de Telémaco. Ulises ya no es nada en su vida. 


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